Frankenstein o el moderno prometeo del siglo XXI (Capitulo 1)

Capitulo 1


1º correo electrónico

Para: Alicia Gómez Maldonado

Asunto: Viaje

Hola Ali, te tranquilizará saber que estoy bien, no ha sido tan horrible como esperaba, la verdad es que me ha gustado el barco, parece un hotel flotante, por donde quiera que mire hay lujos, estoy encantado, aunque estoy un poco deprimido, ya que nadie de este barco me toma en serio, y la verdad es que les entiendo, soy el más joven de todos, y el menos experto en esto, pero he luchado mucho para estar aquí y quiero que entiendan eso; además para rematar, todos son ingleses, y yo no se nada de ingles.
El lugar al que nos dirigimos se llama Bío-Bío (En Chile); hace dos días un anciano descubrió una cueva justo debajo de un acantilado, dijo que había estado allí muchas veces y que nunca la había visto, este hombre afirmó que, cuando la pared de piedra se derrumbó, le pareció ver a un gigante ahí dentro, también dijo que la cueva desprendía buen olor, como a ambientador o algo así; pero esos delirios no deben estropear el momento, nunca se había localizado una cueva tan alta en esa parte de Sudamérica, yo solo quiero estudiarla  y descubrir algo nuevo que me haga destacar. Ser espeleólogo es duro, pero me encanta viajar por el mundo descubriendo cuevas y analizándolas, si lograra descubrir algo en esa extraña cueva, me ganaría el respeto de todos mis experimentados y recelosos compañeros.
La verdad es que solo han pasado tres días y ya echo de menos Santander, quien iba a pensar hace seis años que verdaderamente lo decía en serio, lo de ser espeleólogo, los estudios nunca se me dieron bien y siempre me gusto la espeleología, ¿porque no? pensé, ahora estoy rodeado de los mejores del mundo, y estoy dispuesto a ser el mejor, esta cueva es mi oportunidad de triunfar y la voy a aprovechar.
Hola Ali, ayer te estaba escribiendo por la noche, estaba muy cansado y no pude evitar dormirme, no llegue a enviar el mensaje, ahora mismo son las seis y media de la mañana, no puedo explicar con palabras lo bonito que está el cielo hoy, aún se ven las estrellas aunque ya está amaneciendo, es precioso.
He averiguado que el capitán sabe francés, eso es perfecto, porque así puedo comunicarme con él.
Antes le he preguntado cuantos días quedaban para llegar a Bío-Bío, me contestó que cinco; así que no creo que te escriba hasta entonces, un fuerte abrazo, para tí y para papá, que se que está apenado por mi marcha.

       Tu hermano.                                        Daniel Gómez

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