Frankenstein o el moderno Prometeo del siglo XXI (Capitulo 2)
Capítulo 2
2º Correo electrónico
7-4-2008
Para: Alicia Gómez Maldonado
Asunto: Viaje
Hola Ali, ¡¡¡Ya hemos encontrado la cueva de la que te hable!!!, nos hemos hospedado en un hotel cercano, en unas horas iremos a investigarla, estaremos varios días ocupados en eso, así que me imagino que no podré escribirte hasta entonces.
Un beso.
3º Correo electrónico
29-4-2008
Para: Daniel Gómez Maldonado
Asunto: (Ninguno)
Daniel, ¿donde estas?, hace más de 3 semanas que no sabemos nada de ti, papa está preocupado y yo también.
Por favor contesta.
(Llamada perdida de Ali)
6-5-2008
4º Correo electrónico
9-5-2008
Para: Alicia Gómez Maldonado
Asunto: (Ninguno)
Hola Ali, siento no haber contestado durante más de un mes, es que he sufrido muchos contratiempos y no he tenido tiempo ni de coger el móvil; Creo que lo mínimo es que sepas lo que me ha pasado: El mismo día que hablamos por ultima vez, fuimos a investigar la cueva, estábamos todos muy nerviosos, yo el primero; tras andar una media hora aproximadamente, llegamos allí; no te puedo describir con palabras lo grande que era la entrada de esa cueva, debía medir 20 metros, la verdad es que no era de extrañar, ya que estaba al final del acantilado.
El hombre que colocaba los focos cada tres o cuatro metros, era Wade, un hombre muy alto, esbelto, fuerte y con una voz muy grave, tenía un tatuaje carcelario en el deltoides izquierdo, había estado en la cárcel dos años, por eso nadie del barco le hablaba, pero a mi no me ha gustado nunca juzgar a las personas por su apariencia, y no me arrepiento porque conseguí un muy buen amigo, me caía mucho mejor que la mayoría de los "santos" y "perfectos" hombres del barco, Wade era inglés y siempre alardeaba de que una vez tomo té con la reina de Inglaterra, junto con el capitán, era el único con el que me llevaba; gracias a él, aprendí inglés durante las semanas que viajamos en el barco. Tenía dos hijos, Stuart y Jake, hacía 4 meses que no les veía, siempre decía que lo primero que haría al volver a Inglaterra sería irse de vacaciones con ellos durante un año.
Ali te tengo que dejar, tengo que hacer una cosa, mañana te sigo contando.
Por favor no te preocupes, estoy bien y no pasa nada. Un beso.
El hombre que colocaba los focos cada tres o cuatro metros, era Wade, un hombre muy alto, esbelto, fuerte y con una voz muy grave, tenía un tatuaje carcelario en el deltoides izquierdo, había estado en la cárcel dos años, por eso nadie del barco le hablaba, pero a mi no me ha gustado nunca juzgar a las personas por su apariencia, y no me arrepiento porque conseguí un muy buen amigo, me caía mucho mejor que la mayoría de los "santos" y "perfectos" hombres del barco, Wade era inglés y siempre alardeaba de que una vez tomo té con la reina de Inglaterra, junto con el capitán, era el único con el que me llevaba; gracias a él, aprendí inglés durante las semanas que viajamos en el barco. Tenía dos hijos, Stuart y Jake, hacía 4 meses que no les veía, siempre decía que lo primero que haría al volver a Inglaterra sería irse de vacaciones con ellos durante un año.
Ali te tengo que dejar, tengo que hacer una cosa, mañana te sigo contando.
Por favor no te preocupes, estoy bien y no pasa nada. Un beso.
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